Vaya con mi prima. Se ha convertido en una auténtica cazadora de autógrafos. Se coloca en primera fila, pone su mejor sonrisa y a cubrirse de fama. La tía estaba pendiente de todos los famosos, atosigándolos, ejerciendo presión, codeándose con todos los de alrededor y cuando quiso darse cuenta, su momento de gloria había llegado: sonaron cantos de sirena, el sol brillaba más que nunca, el cielo se abrió para dar paso al momento esperado: La foto del año, portada de periódicos, dobles páginas...
¡Sigue así prima! ¡¡Ya mismo te veo los viernes en el ¿Dónde estás corazón?!!